Cine-Teatro Teatro O'Higgins 1924 tenía el concepto de teatro-cine-palacio con capacidad para 2.500 espectadores.
En el entonces más glamoroso barrio comercial de calle San Pablo con Ricardo Cumming, cine-teatro el O'Higgins, cargado de elegancia señorial y orientado al público más acomodado de los espectáculos de este tipo, con "clase". Con una gran entrada neoclásica y dos rostros grutescos alegóricos de la dramaturgia (la tragedia y la comedia)
Su dueño el empresario Aurelio Valenzuela Basterrica, quien llevaba tiempo en el negocio de las salas de espectáculos luego de haber inaugurado el Teatro Septiembre en Alameda de las Delicias esquina Lira, en 1914. También era dueño de los cines-teatros Brasil, Chacabuco, Carrera y el mencionado Esmeralda.
Cuando el teatro y las presentaciones revisteriles chilenas comenzaron a decaer ante la embestida del cine sonoro y después con la televisión, el servicio del Teatro O'Higgins era usado prácticamente sólo por el público seguidor de la nueva cinema, comenzando a quedar atrás las presentaciones de teatro y revista. Esta es la razón por la que muchos lo conocieron simplemente como Cine O'Higgins. Era parte de la tradición del vecindario asistir a los rotativos, especialmente los días domingo: padres con hijos, parejas de enamorados o grupos de rapaces que podían pagar la entrada a la hora de la cinema sin censura.
Al cambiar la estructura del barrio San Pablo y volverse de carácter cada vez más popular, sobre todo luego de la emigración en masa de las familias más acomodadas de los barrios Brasil y Yungay hacia el sector oriente de la ciudad, proceso que se consumó hacia mediados de siglo.
Fue reconocido el ex Cine-Teatro O'Higgins como un Inmueble de Conservación Histórica.